Aunque sea mínimamente merece una mención el viaje a Italia de fin de curso del instituto en el 2007. Y es que fue un viaje especial. Era mi primer viaje fuera del estado, quitando zonas vasco-francesas y además prácticamente sin adultos. Un viaje de compañeros para celebrar el fin de una etapa y el principio de otra.
Aparte del significado emocional, Italia es un país increible para visitar. Ya empezamos a disfrutar el viaje antes de llegar a Italia, pues fue un viaje en autobús por toda la costa mediterránea de más de 10 horas. Así que pudimos apreciar varios poblados franceses, pero aquí tampoco había mucha cosa porque casi todo fue por autopista. Lo mejor fue al llegar a mónaco que pudimos disfrutar el famoso casino de Monte Carlo, recorrer a pie todo el trazado de fórmula 1 y ver los paisajes que se pueden otear casi desde cualquier punto.
Luego ya en Italia pudimos visitar prácticamente todo lo famoso. Siena, Pisa, Florencia, Roma, el Vaticano, Venecia... No se con que me quedaría, para estar de vacaciones probablemente Venecia, tiene una belleza especial, y es diferente a todo. Para vivir, elegiría Roma, mucho bullicio pero es un sitio donde cada día descubres cosas nuevas.
Muchas cosas ya se me han olvidado, detalles baladí, porque lo más importante, las sensaciones vividas, las imágenes marcadas en mi retina no desaparecerán, no osaré a decir que nunca pero al menos, en mucho tiempo.
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