Me gustaría escribir esta entrada con doble fin, concienciar en lo posible y sobretodo, agradecer y loar el esfuerzo de una gente que son los que sin ningún beneficio más que el generado al crear sonrisas en rostros para los que este gesto es desconocido, ayudan desde el anonimato a que gente sin apoyos ni recursos puedan ver un mínimo rayo de luz en un túnel en el que nunca ha habido claridad.
Es muy fácil ayudar y a la vez es complicado. Es muy fácil ayudar cuando se mediatizan catástrofes en las que hay cientos de muertos y se crean plataformas para facilitar a la gente a ayudar en lo posible. Ahora mismo es muy fácil ayudar a los habitantes de Haití o Chile aportando cualquier cantidad económica, ya que al haber sucedido las desgracias que todos conocemos se ha mediatizado de tal manera que es difícil no ver por la televisión, en los periódicos u oír en la radio formas de ayudar a los desplazados de estos países y ayudar a su reconstrucción. Bancos que facilitan números de cuenta para hacer donaciones, compañías telefónicas que rebajan sus cuotas internacionales hacia estos países para ayudar con las búsquedas...
En fin, que es muy fácil estar tomándote un café y dejar las vueltas en las urnas facilitadas para las donaciones. Pero ayudar no es dar lo que nos sobra, ayudar es dar lo que tenemos. Hacen falta ayudas más activas, y me aplico el cuento. Hay que intentar estar en la primera línea conociendo lo que pasa, viviendo en primera persona los problemas que tienen las personas que viven sin nada y menos.
Pero esto no es tan fácil, para esto ya te tienes que informar, tienes que investigar, tienes que preguntar, tienes que moverte. Al fin y al cabo, lo de Haití y Chile con casos puntuales que simplemente por el hecho de haberse mediatizado ha facilitado su ayuda. Pero estos países, y sobretodo el centroamericano, es un país que ya era paupérrimo antes de los terremotos. Y entonces nadie lo sabía, solo los que ya estaban ayudando allí. Ahora aquello está lleno de gente ayudando, y mucha de esa está solo por la difusión que eso tiene, en cuanto las cámaras se vayan los que fueron a ayudar se irán con ellos y se quedarán los que ya estaban. La vida es así, somos muy pasivos y no nos gusta mirar hacia el problema y no lo vemos hasta que nos lo ponen delante.
Pero hay gente que necesita ayuda en todos lados y no hace falta ir hasta Haití para ayudar a gente. La ayuda es necesaria en todo el mundo. En Sudamérica hay problemas en todos lados, Colombia, Perú, México, en todos hay mucho que hacer. En África no hace falta ni comentarlo. Casi todos son países con gobiernos corruptos donde, ejemplos como el Congo o el Chad entre muchos, por no decir todos, tienen gobiernos dictatoriales que se aprovechan de las explotaciones de sus respectivas materias primas, ya sean los diamantes en sitios como Sierra Leona, o el petróleo y el algodón en países como Chad. Es increíble ver cómo se pueden matar entre ellos sin ningún tipo de escrúpulos por ganar unos millones de dólares. Países con niveles de analfabetismo sorprendentes para el siglo en el que nos encontramos. Donde urge la ayuda para los niños que no tienen colegios o forma de ir a los que hay. Niños que cada día se hacen verdaderos maratones en los que se juegan la vida para poder conseguir una mínima educación.
Me podría extender mucho analizando cada país, pero prefiero alabar el trabajo de gente activa que emplea su tiempo gratuitamente ayudando a quien la necesite. Y es que no hace falta irse a países de otro continente para ayudar a gente que la necesita. Aquí mismo, alado de casa hay gente con problemas, con mejores niveles de vida pero con otros tipos de problemas. Y aquí quiero particularizar esto en una persona aleatoria. Una persona que mientras otras muchas en su tiempos libre se dedican a sus aficiones, a trabajos compatibilizados, contar margaritas, ella se dedica a ayudar a la gente con problemas. Problemas que pueden ser de muchos tipos, desde enfermedades, problemas para socializarse, para integrarse, de comunicación, de concentración... Gente que muchas veces lo único que necesitan es saber que hay quien se preocupe por ellos, gente que los apoyen, que cuando griten ayuda alguien los escuche. Y esta persona es lo que hace en su tiempo libre, llevarles a excursiones donde ayudarles a conocerse a sí mismos, a salir del ajetreo de la vida que llevan y tranquilizarlos, comunicarse con ellos, intentar ponerles en un camino que lleve hacia delante.
Así que dedico esta entrada particularmente a esta persona, comunicándole mi admiración por este tipo de labores que la mayoría evitan, y agradecerle el hecho de hacerme ver que en la sociedad que vivimos hoy en día, en la que cada uno va a su bola, hay gente que se preocupa porque los que no tienen camino, encuentren un sendero mínimo en el que ver un futuro. Así que gracias a esa persona, y a todo el mundo que desde el anonimato ayuda en lo posible a que este mundo sea dentro de sus maldades, un poquito más humano.
Gracias.
