6:15 de la mañana. Tocaba despertarse, aún quedaban casi cinco horas para la carrera pero había que hacer muchos transbordos antes de llegar a la salida. Lo peor del madrugón, mirar por la ventana y ver que estaba lloviendo, por lo menos no hacía mucho viento.
Desayunar, ducharme, prepararme y para San Sebastian. Tras hora y media de viaje, aparco en Anoeta y bajo a la parada de euskotren. Ahí ocurre una de las peores cosas de la B/SS, el viaje en el topo de euskotren desde Donostia hasta Behobia. Está bien en el sentido de que la parada está al lado del coche, te lleva casi hasta la zona de salida y por ser mañana especial por la carrera, no hace paradas por el camino. Lo malo es que hay unos pocos trenes que hagan este recorrido y cada uno va llenísimo, ni el metro de Bilbao en hora punta. Por si fuera poco, es un viaje de 30 minutos, en el que hoy se ha parado dos veces unos cinco minutos, con lo que se convierten en 40minutos cociéndonos vivos todos enlatados. Pero bueno, merecía el sufrimiento.
Una vez llegada a la parada, bus lanzadera hasta la salida, ahí cambiarme, dejar la mochila y prepararme para la salida. Estaba lloviendo, no mucho pero el suelo estaba empapado, y cuando estaba calentando, me he resbalado y he caído al suelo golpeándome levemente la rodilla. No le he dado mayor importancia pues no me había levantado la piel ni nada y apenas me había manchado, pero luego pensaría en esta caída.
Con una puntualidad impecable (de la que podrían aprender los organizadores del Bilbao Night Marathon), salimos los corredores del primer grupo con dorsal rojo. Para el que no esté familiarizado con este orden de salida de la Behobia-San Sebastian, le dejo aquí el esquema. Esto es más que nada porque somos 20.000 participantes y sería una locura una salida típica. Con lo que se reparte por categorías y cada grupo sale con unos tres minutos de diferencia.
Hemos salido, en mi caso a las 11:06, y los primeros kilómetros he ido bastante cómodo. Iba rápido pero no a tope, pues quería reservarme para acelerar más adelante poniendo a prueba la idea de uno de los post del blog ILikeTri de David Diaz Gil, sobre el Split Negativo. Pero poco después de empezar ya me di cuenta de que iba a tener cosas más importantes de las que preocuparme.
A los tres kilómetros más o menos empecé a notar un dolor no muy fuerte en la rodilla, en la zona que me había golpeado al caerme. No le di mucha importancia pues al ser solo el golpe imaginaba que como mucho lo notaría como cuando te golpeas un brazo, que notas el dolor pero no te impide hacer otras cosas, pero a mí me dolía mucho al articularla, y más tarde ese dolor se iba a expandir por toda la pierna hasta la ingle, doliéndome incluso al articular la misma pierna.
Los tiempos no los estaba haciendo mal para lo que esperaba, a una media de 22minutos los 5km, teniendo en cuenta que hay unas cuestas muy empinadas durante el recorrido, es un tiempo que sería fácilmente de mejorar en un medio maratón llano. Pero si no llego a tener el dolor de la rodilla, habría podido subir la velocidad los últimos kilómetros y quedarme por 1h:26' más o menos.
Quitando estas adversidades, la carrera ha estado divertida en todo su conjunto. A pesar de llover mucho, el ambiente era muy bueno. Gente disfrazada de todo lo pensable, corredores corriendo con zapatos... Durante la carrera ha habido un gran apoyo al Sahara para su liberación, con banderas saharauis por todo el recorrido, etc. Por destacar también un par de cosas, en unas entrevistas previas que estaban haciendo en la zona de salida, una reportera al preguntarle a un corredor asiduo que a ver qué tenía la Behobia-SS que no tuviera otras carreras, éste ha contestado: "Los pintxos", totalmente de acuerdo jajaj. Y luego otra cosa muy curiosa, mientras iba corriendo me he encontrado ¡nada más y nada menos que a Jesucristo! Un tío de unos 35 años (tal vez 33 jeje) con una melena a y una barba características, y vistiendo tan solo un buff en el pelo que parecía una corona de espinas, y un trapo en la cintura que realmente parecía el de la cruz. Además de ir casi desnudo, que hace falta valor con la lluvia que había, el tío iba descalzo. 20km corriendo descalzo por asfalto corriente, mezclando calles con autopistas. Yo en su situación hubiera tardado unas seis horas solo para asegurarme de que pisaba en zona segura, y él no iba nada lento.
Mi tiempo oficial ha sido de 1h28’11’’ quedando el 3501 de 17400 participantes en la clasificación total y el 55 de mi grupo de edad, Promesa, de 245 corredores. Así que contento, más sabiendo que aún tengo mucho margen de mejora para próximos años.
La carrera la ha vuelto a ganar por segundo año consecutivo el salmantino Rafa Iglesias con un tiempo de 1h1'12'' seguido de Chema Martínez a 50 segundos. La primera mujer ha sido María López de Tejada con un tiempo de 1h15'10''. Lo curioso ha sido que este año iban a participar, y de hecho lo han hecho, cuatro etíopes, dos de cada sexo, con grandes posibilidades de hacer muy buenos tiempos. Esto hubiera sido así si no fuera porque antes de empezar se han dado cuenta de que no llevaban el chip puesto, han ido a buscarlo al coche, no lo encontraban y han tenido que empezar 44 minutos más tarde. Sus tiempos personales han sido muy buenos, tanto que los hombres hubieran quedado cuarto y quinto, y las mujeres hubieran ganado por más de 7 minutos a María. Pero el reglamento es el reglamento, y éste estipula que para ganar la carrera se hará uso del tiempo no real, esto es, el que marca el cronómetro de la meta y no el personal de cada corredor. Pero bueno estas dos mujeres que han llegado entre lágrimas a la meta no tienen que atormentarse, tienen 19 años y un futuro increíble por delante.
Y comentar también una de esas noticias que siempre afectan a los corredores. Un hombre de 40 años ha muerto mientras participaba en su sexta Behobia-SS, sufriendo un paro cardíaco a tan solo 300m de la meta, a la altura del Kursaal. Le ha intentado reanimar durante 48 minutos pero no ha habido manera.
Pues eso, a pesar de sus cosas buenas y sus cosas malas, ha sido una buena mañana. Al terminar mi rodilla ha podido respirar unos segundos pero todavía no había terminado su sufrimiento. Al cruzar la meta coger la comida que repartían, la mochila y camino al coche, lo cual ha sido toda una odisea. Estaba empapado, con frío, la lluvia no cesaba y mi rodilla me gritaba a cada paso que daba. Y por si fuera poco tenía que ir desde la meta situada en la playa hasta el coche aparcado en los aledaños del estadio Anoeta, que para el que conozca San Sebastian, sabe que hay una buena caminata. 30 minutos he tardado en llegar al coche, en la mochila llevaba una sudadera y unos pantalones térmicos pero al ser mi única ropa de repuesto, prefería aguantar el frío y la lluvia hasta el coche, y allí poner la calefacción, desnudarme, secarme con la toalla y vestirme con el pantalón y la sudadera secos. Ha sido horrible, realmente parecía que no llegaba nunca, pero bueno cuando finalmente he llegado, el calor del coche, secarme con la toalla y vestirme con ropas secas ha sido una sensación muy agradable. Y cuando ya parecía que todo había terminado de verdad, ¡NO!, aún quedaba hora y media de coche en la que no ha dejado de dolerme la rodilla por tener que llevarla ligeramente doblada.
Pero bueno, es lo bueno de estas cosas, hay que sufrir de vez en cuando para valorar más las victorias personales, lo he pasado mal, pero viéndolo ahora todo desde otra perspectiva, y pensando en general en todo lo que he pasado, estoy contento con el día.
¿Siguientes objetivos? Pues en principio lo siguiente era el Herri Krosa de Bilbao de 10km del domingo que viene y el Maratón de Donosti de dentro de dos, pero habrá que ver cómo evoluciona la rodilla estos días y si la cosa está fea, tendré que replanteármelas.
Nos vemos corriendo, espero :-)
