domingo, 29 de mayo de 2011

Crónica: Bilbao Triathlon (medio Ironman)


Bueno, pues lo conseguí, ¡soy un half-finisher! Estoy muy contento y muy satisfecho de que estos cuatro meses de entrenamiento hayan dado sus frutos en el triatlón de Bilbao. Y la verdad, no ha sido fácil.

El viernes por la tarde fui con mi amigo Javi Peña a la carpa que habían montado para retirar los dorsales. Nos sorprendió que como obsequio regalaban un casco de bici muy chulo, un detalle. Hicimos cuenta de todo lo que nos habían dado, dorsal para el pecho/espalda, portadorsal Spiuk, dorsal para el casco de la bici, gorro de natación azul con el dorsal y dorsal para la tija de la bici.

A partir de ahí y hasta la carrera tuve un nudo en el estómago que no se me fue hasta cinco minutos antes de empezar, unos nervios terribles. Creo recordar que parecidos a los que tuve antes de mi primer maratón, deben ser los nervios de enfrentarte a algo que no tienes ni idea de cómo va a salir.

Así que al día siguiente despertar a las 7:30 para desayunar (curiosamente esa noche dormí bien y del tirón, cosa que no esperaba con los nervios que tenía) y preparar la bolsa con toda la ropa y todo lo necesario para la carrera. Por si acaso, llevé de más, mejor eso antes de que se me olvide algo.

Para la natación: El tritraje, el neopreno, el gorro con el dorsal, las gafas y vaselina.
Para la T1: Una barrita y una toallita para secarme, que luego se me olvidó dejar en el box.
Para la bici: Tres barritas (de las que sólo comí una), un bidón de agua, calcetines, uno de acuarius, la bici, casco, guantes sin dedos, gafas de sol y las zapatillas de bici.
Para la T2: Una barrita y unos calcetines de repuesto por si llovía y se me calaban los de la bici.
Para correr: Las zapatillas de correr y una gorra.

Una vez preparado todo, me comí un plato de pasta a las 11:00 que no pude terminar y me fui para Bilbao. Llegué hacia las 11:15. Tenía hasta las 13:00 para dejar las cosas en boxes y tenía que ir primero a la T2 a dejar las cosas de correr y luego irme hasta la T1 que estaba a 3km de la T2 para dejar todo lo demás y prepararme para empezar.

Así que una vez dejado todo en la T1, llegué a la T2 y me empecé a poner los dorsales para poder entrar a boxes a dejar la bici. Me marcaron con rotulador mi dorsal en el brazo y en la pierna, me dieron el chip para el tobillo y ya pude entrar al box. Dejé las cosas, preparé las barritas en la bici, me di vaselina en el cuello y axilas para las rozaduras del neopreno y fui con Javi hacia la salida.

Antes de saltar nos colocamos el neopreno y yo con los nervios ¡me lo puse al revés! Pensé: espero que esto no sea un presagio de que hoy todo me va a salir del revés. Pero bueno tras ponérmelo bien bajamos al agua a la altura del ayuntamiento y a mí me dio un poco de reparo entrar al principio. Era la ría de Bilbao, una ría con tal nivel de porquería hace unos pocos años que si te metías dentro te estabas luego un mes quitando la roña que se te había pegado a la piel. Pero entré al agua y la noté bastante limpia. Había ramitas, algún tapón y tal, pero lo que es el agua estaba bastante limpia. Además no estaba fría, estaría a unos 19ºC y se estaba muy a gusto en el agua.

Los cinco minutos previos a empezar se hicieron eternos, pero los dos lados de la ría estaban llenísimos de gente, así que no importaba, quería disfrutar ese momento. No conseguí ver a ningún conocido entre el público con la cantidad de gente que había y dudo que ningún conocido me pudiera reconocer a mí entre los 500 que estábamos yendo todos iguales, con gorro y gafas tapando la cara.

Así que bueno, salieron las chicas y cinco minutos después todos los chicos. En la salida, lo esperado. Éramos 500 para una ría de la que solo podíamos estar de la mitad para la izquierda para dejar la otra mitad para la vuelta. Con lo que la densidad era notable. Nada más empezar costaba dar la brazada sin golpear a alguien. Recibí patadas en la cara, tortas en la cabeza... de todo. Además hubo un momento que el que llevaba delante me di o como cuatro patadas seguidas en el estómago y esas me dolieron, parecía un combate. Quitando eso, fui cómodo porque veía que iba con mucha gente, que no me quedaba último como yo esperaba. A la ida íbamos a contracorriente así que me eché todo lo posible para el borde que es donde menos fuerza tenía la corriente y fui muy bien cuando encontré mi hueco para nadar tranquilo. A los pocos minutos empecé a sentir que me ahogaba porque el neopreno me presionaba mucho en el tórax y no iba como cuando nado en la piscina.

A la altura del Guggenheim dimos la vuelta y ahí volvieron las patadas y los golpes. En ese momento de dar la media vuelta que hay que bordear una boya grande todo el mundo quiere hacer la menor distancia posible así que nos volvíamos a acumular todos en unos pocos metros, con la salvedad de que al ser a mitad de prueba, muchos ya habían encarado la vuelta y otros aun les faltaba para llegar. La vuelta se me hizo bastante más larga y se me hizo eterno acabar. Ya no iba cómodo, me molestaba el neopreno, llevaba los hombros muy apretados y me costaba nadar. Pero bueno, fui poco a poco, tranquilo sabiendo que llevaba gente detrás y llegué al puente del arenal donde estaba la T1. Para salir había que ir con cuidado, porque eran estos escalones de piedra que hay en la ría, que no tienen barandilla y son bastante estrechos, así que no se puede salir corriendo ni mucho menos. Íbamos todos igual, palpando en el agua con las manos para encontrar el escalón sumergido, y subiendo poco a poco porque estaban con verdín. Así que conseguí encontrar la primera y subir otro escalón y estaba mareadísimo así que fui con cuidado. Justo cuando yo subía en el agua había una chica que me dijo que por donde se subía, así que como no iba a hacer tiempo, la ayudé a subir poco a poco. Como todo el mundo sabe, en una ría que no está lejos de desembocar en el mar, el agua es una mezcla de salada y dulce, la que sube y la que baja, así que me hizo curioso cómo cuando me metía agua en la boca para expulsarla, era intermitente tragar una que la notaba salada y otra que la notaba dulce. Al final no fueron 1900m sino 2060m según la organización para que pudiéramos dar la vuelta a la altura del Guggenheim para mejorar la foto. Esperaré a que salgan las clasificaciones y tiempos oficiales para confirmar puesto en el sector y tiempo personal, pero según mi reloj tarde 40 minutos, así que contento porque pensaba que iba a rondar los 44' yendo en la ría.

Una vez superados los escalones, en los metros previos a los boxes había un chico con una manguera mojándonos, lo cual fue un detalle. Después una coca cola y tranquilamente a boxes. Esa zona también con muchísima gente animando. Me quité el neopreno, y mientras me fui colocando las zapatillas de la bici, y el casco, los guantes y las gafas de sol, fui comiéndome media barrita. Cogí la bici y fui corriendo con ella a mi lado para salir de boxes y llegar hasta la línea donde se puede montar. El que iba delante de mí se resbaló y se dio un buen golpe así que al verlo aminoré un poco para que no me pasara lo mismo. Esos metros con la bici en mano corriendo hasta la línea fueron de lo mejor del triatlón. Era un pasillo estrecho con gente ocupando los dos lados animando gritando tu nombre (que iba en el dorsal) y te sentías superarropado. Justo al final además vi a mi amigo Cristian que me había ido a grabar la natación, te doy las gracias desde aquí, y le miré de casualidad. Porque una de las cosas que tiene llevar el nombre en el dorsal es que cuando oyes tu nombre no sabes si es un conocido o cualquier otra persona que te anima leyéndote el nombre.

Una vez en la línea, me subí a la bici y me puse a subir el parque Etxebarría, con un pequeño repecho durillo al principio. Aquí empezaba lo divertido. En la parte de bici me adelantó todo cristo, y yo adelanté a un par. Pero yo fui bien, iba bien de rodillas y cómodo. En el km 16 empezaba la primera subida dura, la subida a Artxanda por El Vivero. Una cuesta de 6km con una media 8% y zonas al 16%. Así que plato pequeño, todo metido y levantado encima de la bici superé las partes al 16%. En la primera subida fui bien, dura pero yendo tranquilo se subía bien. Además a mitad me encontré animándome a Rober, el dueño de Ciclos Gorliz, mi equipo, y me dio muchos ánimos que me ayudaron a subir con más fuerza. Terminando de subir, por el campo de golf tuve fuerza para ponerme en pie, bajar un par de piñones y tirar fuerte para adelantar a tres que iban delante que luego me pasarían en llano. Una vez arriba, avituallamiento y cogí un powerade de medio litro que no tarde ni dos minutos en vaciar. Toda la zona de Artxanda era muy rápida, con mayoría de falso llano descendente y una bajada final por Enekuri hasta la rotonda de Erandio que da para el Carrefour. Ahí vuelta a subir a Artxanda por Enekuri. Subida durilla sobre todo los primeros metros que también iba con todo metido y subido en la bici. A mitad de subida, avituallamiento y 1er penalty box. El penalty box es una zona donde los corredores que hayan recibido una amarilla deben esperar cinco minutos hasta que el juez les dépermiso para salir. Las amarillas te las sacan los jueces que van en moto si ven que vas a rueda de otro ciclista.

Una vez arriba de Artxanda, a mitad de camino vuelta a bajar, esta vez por Begoña a una velocidad impresionante, cerca de 70km/h, eso yo, imagino que los mejores irían fácil a 80. Una vez abajo, empezaba la segunda vuelta. Curiosamente la segunda vuelta en el llano fui mejor, más rápido hasta que empezó otra vez la subida por El Vivero. Esta segunda subida se me hizo mucho más dura pero poco a poco la superé. Una vez llegué arriba, aun faltando todavía casi 30km para terminar la bici y todavía el medio maratón corriendo por delante, me dije a mí mismo: "Lo he conseguido, ¡voy a terminar!" Una vez arriba tocaba otra vez avituallamiento, así que cogí el bidón de acuarius, lo terminé y lo tiré para hacer sitio a la botella que me dieran. Cogí una botella de agua y unos metros más adelante cuando la iba a abrir ¡se me cayó! Me cagué en todo pero por suerte como quedaba poco para terminar no me lo tomé mal. Así que terminé volví a cruzar a Artxanda a buena velocidad, bajar Enekuri y otra vez subida por la rotonda de Erandio. En esta segunda subida el que iba delante de mí iba subido y se tuvo que bajar porque se le rompió la cadena. Una buena putada porque apenas les quedaban 5km para llegar a la T2, y seguramente no pudo acabar. Como anécdota curiosa, antes de empezar la segunda vuelta, sin querer pase con la bici por encima de un trozo de cinta adhesiva que había en el asfalto, seguramente de alguien que había llevado las barritas atadas con ella en el cuadro y lo tiró cuando se comió una, y se me quedo pegada a la rueda parcialmente, de modo que iba haciendo un ruidito como si fuera una veleta que me acompañaría toda la segunda vuelta. Al principio me puso un poco de los nervios ir oyéndolo y pensar que tendría que aguantarlo durante 50km, pero luego hasta nos hicimos amigos y me dio pena quitarlo cuando terminó la carrera.

Con un parcial de unas 3h y 15' hice los 90km y llegué a la T2. Dejé la bici, me senté para cambiarme las zapatillas, me comí media barrita, me puse la gorra y salí a por el medio maratón. El medio maratón consistía en tres vueltas y media. Aquí la situación de la bici cambió. Igual que en la bici me adelantó todo el mundo, aquí adelanté a muchísima gente y a mí no me adelantó nadie. Y eso que iba con gente que era su segunda y tercera vuelta. La primera vuelta fue dura, porque me iba acostumbrando al cambio bici-correr. Cuando te bajas de la bici tienes las piernas como si fueran de cemento y los primeros kilómetros de running tienes que ir soltando poco a poco. Así que la primera vuelta fue para soltar piernas, y los pocos repechitos que había se me hicieron muy duros. Además nos acompañaba sol y una temperatura de 24ºC. La segunda vuelta fui mucho mejor, al mismo ritmo pero con más facilidad y menos pulsaciones. La tercera vuelta fue la peor. Todo lo que había bebido y comido durante la carrera hicieron mezcla en el estómago, y al ir corriendo éste iba botando creándome un dolor en la tripa que pensaba que como le diera por salir no terminaba. Además, a pocos kilómetros de la meta la pierna me hizo un par de amagos de subírseme la bola y tuve que parar unos segundos a estirar. Pero sabía que el triatlón ya lo terminaba aunque fuera arrastras. Corriendo vi algunos conocidos más, entre ellos David que me animó mucho y me dio muchas fuerzas y mi aita que me sacó algunas fotos. Los últimos metros ya fueron para disfrutar, iba contentísimo, lo había logrado, había superado otro obstáculo.

Crucé la meta y me sentí supersatisfecho conmigo mismo. La parte de running al final creo que la hice en 1h:40'. Mi objetivo era hacer 1h:35' e iba bien para cumplirlo, pero en los avituallamientos me paraba para poder beber bien y además tuve que pararme para estirar e iba más lento al final para evitar que se me subiera la bola, así que bueno, por lo menos bajé de las 6 horas que era algo que no me esperaba. En total 5 horas 50 minutos y pues 270/500. Tengo que entrenar mucha bici que sólo llevo cuatro meses y se nota. El año que viene si aguanto ese tiempo entrenando yo creo que podré bajar de 5 horas tranquilamente.

Una vez pasada la meta, me quitaron el chip, me dieron la camiseta de finisher (de la que solo quedaban "L"-s) y fui a los stands de comida a ponerme chato. Fruta, bollitos, cocacolas... de todo.

La carrera la ganó Mikel Elegezabal con un tiempo 4h:02' y en chicas ganó Virginia Berasategui en 4h 20' más o menos. Un tiempo increíble, zorionak a los dos.

Respecto a la organización un 10. Todo perfecto. Avituallamiento en los mejores puntos estratégicos, con todo lo necesario sin necesidades. La policia y la ertzaintza genial acotando el camino dándonos incluso un carril entero para nosotros solos en galdakao por donde siempre hay mucho tráfico. Genial. Muchas gracias a la organización, tiene mérito para ser la primera vez que lo organizan, se nota que muchos de los organizadores son perros viejos en esto de los triatlones. El único fallito es que al llegar daban una camiseta de "finisher" y cuando llegué yo solo quedaban tallas "L" y mi talla es una "S" así que os podéis imaginar cómo me queda. Pero bueno a pesar de eso todo genial.

Así que en conclusión, muy contento, muy satisfecho del trabajo y con ganas de más. Es posible que me plantee otro medio Ironman para el mes que viene, esto engancha. Gracias una vez más a toda la gente que me mostró su apoyo, y sobre todo a los que estuvieron allí animándome, con vosotros se me hizo más fácil terminar.

¡Hasta la siguiente!

6 comentarios:

  1. Eurre!!!
    Ya te podrias enganchar así a los examenes!! jeje

    ResponderEliminar
  2. A tope papi!! zooorionak :)

    ResponderEliminar
  3. Zorionak tio! Que pasada primera prueba de estas características y por el medio de la tabla. En la parte de natación has ido tan rápido según mis cálculos que casi no llego a grabarte en la transición jaja! Ya te pasaré todo el material.

    ResponderEliminar
  4. menudo máquina estas hecho! mucha admiración. Enhorabuena de verdad!
    Vas a hacer alguno más corto?

    ResponderEliminar
  5. Zorionak Jon! ya eres miembro de ese selecto grupo de "hombres de hierro"! Ezina ekinez egina, Aurrera!!

    ResponderEliminar
  6. Eskerrik Asko!!! Pues este año que he empezado tenía pensado hacer cortos pero me puse como objetivo este y me he dedicado a entrenarlo. Y la verdad es que me divierto mucho haciendo estos así que igual hago otro en junio y otro en julio así que los cortos dejaré para el año que viene!

    ResponderEliminar