El control de la vida (Capítulo Dos)

Capítulo dos:

Seguimos en el PaisX. Después de conseguir el control total de los habitantes, el PaisX siguió en su camino por la conquista de toda la economía mundial. Además tenía varias deudas pendientes. Como dije en el capítulo uno, los auténticos líderes del país no son los que se exponen al público cual maniquíes. Los que mandan son grupos que se mantienen en un segundo plano pero que gracias a que manejan las empresas encargadas de gestionar la mayor parte del compuesto orgánico usado en todo el mundo para el funcionamiento de casi toda la tecnología avanzada, tienen el poder como para influir directamente en las decisiones de quien se les tercie.

Para estos el negocio no tiene pérdida, explotan pozos que contienen años y años de materia prima, todo el mundo la usa, dicen que se agota y así suben su precio, y muchos proyectos interesantes que intentan salir a la luz con los que se conseguiría la no dependencia de este producto y usar otros sin perjudicar en alguna manera al planeta y mucho más barato, estos los paran, les ofrecen un par de millones a sus emprendedores y que mantengan silencio.

Y para ampliar su margen de negocio y beneficio, necesitan el control total del producto. Claro, esto se encuentra ya en manos de otros países. Ellos no pueden entrar, necesitan ayuda militar. ¿Y cómo consigues esa ayuda militar? Haciendo que un país enormemente grande en armamento militar este en deuda contigo. ¿Y cómo haces que este en deuda contigo? Con financiación económica. Coges a un candidato con un poco de apoyo popular y que sea moldeable. Le pagas las campañas, la publicidad, los tours, los meetings... Vamos, que le conviertes en presidente a golpe de talonario. Después de esto ya le tienes en deuda. Y como no les devuelvas el favor, ya te puedes sujetar, que te van curvas. Así que se opta por la solución fácil y se hace lo comentado en el capítulo 1. Porque es una moneda de doble cara, no solo te viene bien para conseguir el miedo de tu población, también te sirve para tener una excusa para ir a esos países, casualmente los que controlan grandes superficies del producto mencionado, con la excusa para poder atacarlo y mientras por un lado se hace la guerra de la publicidad para enseñar la cara amable y heroica de la gesta hacia el público, ellos aprovechan para ir por detrás robando todo lo que estos tienen enterrado bajo tierra.

El plan ha salido redondo. Has matado dos pájaros de un tiro y ni si quiera has gastado la bala. Entras en el PaisY, con miles y miles de soldados perfectamente preparados para disparar y luego preguntar, armados hasta los dientes, contra unos aldeanos armados de tridentes de madera y antorchas. Habrá un muerto del PaisX por cada diez mil muertos que haya del PaisY la muerte que se seguirá lamentando será la del PaisX. Al fin y al cabo, todo lo que ocurre ahí, pasa un gran filtro en el que todo lo acaecido no se parece en nada a lo reflejado al mundo civilizado. ¿Quién va a echar de menos a una persona que vive en un lugar que tres de cada cinco personas no sabe situar en el mapa?

Al final es posible que la población se dé cuenta de lo que pasa, pero para entonces ya será muy tarde, ya habrá sido devorada la manzana que contiene un podrido corazón.

Continuará en el capítulo 3.