Los entrenamientos de verano están yendo mejor de lo esperado. Empecé con un poco de miedo la bici pero después de unas semanas ya le voy cogiendo cada vez más el gusto y el ritmo. Es la verdad un deporte muy bonito y en el que se disfruta mucho haciendo tiradas de varias horas pasando por mil y un pueblos diferentes, saludándote con incontables camaradas ciclistas y disfrutando del aire libre sobre pedales. De momento lo peor de la bici han sido tres cosas, las calas que se me resistían al principio y me han ocasionado no pocas caídas pero que poco a poco ya les voy cogiendo el truco, el dolor de culo que se me queda del sillín, que estoy pensando en cambiarlo por el sillín prostático de Josef Ajram que tiene muy buena pinta, y tener que madrugar. No es muy placentero andar rodando con coches soplándote en la nuca y más teniendo mi escasa pericia para poder reaccionar en situaciones extremas, de momento me decanto por madrugar más de lo normal los días que tocan bici, pero al de 5 minutos de ir pedaleando ya se olvidan madrugones y cualquier otro tipo de penurias.
La natación la he cogido con mucho gusto aunque con una técnica nula. A diferencia del running y el ciclismo que no requieren apenas técnica y es todo más instintivo, la natación es casi todo técnica, ya puedes ir con el corazón a punto de estallar dando las brazadas de tu vida que como no vayas todo lo hidrodinámico posible y aprovechando al 100% cada brazada, cualquiera que si lo haga con muchísimo menos esfuerzo te va a sacar día y medio. Así que bueno a ver si antes de que termine el verano termino de pulir la técnica con mi personal trainer Javi Peña y luego ya en invierno por mi cuenta hago kilómetros y kilómetros para ir cogiendo el fondo acuático.
Y el running en su línea. Me veo bien, con fuerza y velocidad. Lo único que me preocupa un poco es que al meter más horas de bici y natación se las estoy quitando en parte al running, así que septiembre y octubre los dedicaré casi exclusivamente a correr para poder centrarme en los maratones de Bilbao y Donosti para poder bajar la tan deseada marca de 3h. En el siguiente post pondré el calendario de invierno previsto.
En general muy a gusto, cuando corría entrenaba 4 días a la semana y ahora entreno 6 para los tres deportes. No noto fatiga acumulada del entrenamiento y me encuentro muy bien físicamente, pero mi mayor defecto yo creo que son las rodillas porque parece que las tenga de cristal, es la zona más débil, y haciendo bici lo noto. Y si hago bici, después al correr es lo único que me molesta, así que tendre que fortalecerlas.
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